
LA OVEJA NEGRA
En un lejano pais
existió hace muchos años una oveja negra.
Fue fusilada.
Un siglo después,
el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy bien en el parque.
Asi, en lo sucesivo,
cada vez que aparecían ovejas negras
eran rápidamente pasadas por las armas
para que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes
pudieran ejercitarse también en la escultura.

EL BUHO QUE QUERIA SALVAR A LA HUMANIDAD
En lo mas intrincado de la Selva exisió en tiempos lejanos un Búho que empezó a preocuparse por los demas.
En consecuencia se dio a meditar
sobre las evidentes maldades que hacía el León con su poder;
sobre la debilidad de la Hormiga,
que era aplastada todos los dias,
tal vez cuando más ocupada se hallaba;
sobre la risa de la Hiena,
que nunca venia al caso;
sobre la Paloma,
que se queja sobre el aire que la sostiene en el vuelo;
sobre la Araña que atrapa a la Mosca
y sobre la Mosca que con toda su inteligencia se deja atrapar por la Araña,
y en fin,
sobre todos los defectos que hacían desgraciada a la Humanidad,
y se puso a pensar en la manera de remediarlos.
Pronto adquirio la costumbre de desvelarse
y de salir a la calle a obsevar cómo se conducia la gente,
y se fue llenando de conocimientos científicos y psicológicos
que poco a poco iba ordenando en su pensamiento y en una pequeña libreta.
De modo que algunos años después se le desarrolló una gran facilidad para clasificar,
y sabia a ciencia cierta cuándo el León iba a rugir
y cuándo la Hiena se iba a reír,
y lo que iba a hacer el Ratón del campo cuando visitara al de la ciudad,
y lo que haría el Perro que traía una torta en la boca
cuándo viera reflejado en el agua
el rostro de un Perro que traía una torta en la boca,
y el Cuervo cuando le decían que qué bonito cantaba.
Y asi, concluia:
"Si el León no hiciera lo que hace sino lo que hace el Caballo,
y el Caballo no hiciera lo que hace sino lo que hace el León;
y si la Boa no hiciera lo que hace sino lo que hace el Ternero
y el Ternero no hiciera lo que hace sino lo que hace la Boa,
y asi el infinito,
la Humanidad se salvaría,
dado que todos vivirian en paz
y la guerra volvería a ser como en los tiempos en que no habia guerra"
Pero los otros animales no apreciaban los esfuerzos del Búho,
por sabio que este supusiera que lo suponían;
antes bien pensaban que era tonto,
no se daban cuenta de la profundidad de su pensamiento,
y seguían comiendose los unos a otros,
menos el Búho,
que no era comido por nadie
ni se comía nunca a nadie.
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